Cada vez que nos enfrentamos a un texto legal lo hacemos con el miedo de no dejar nada en el tintero. De verdad, que nos tiemblan las manos y todo, que no es nada fácil. Ojalá hubiéramos tenido a alguien que desde el primer momento nos aconsejara respecto hacia dónde movernos, qué decisiones tomar y todo este tipo de realidades. Hoy nosotros queremos ser ese que nunca tuvimos y por ello te vamos a hablar de cinco elementos esenciales en un contrato de arrendamiento.
No te olvides de esto en tu contrato de arrendamiento
Presta mucha atención. Hoy te queremos hablar de los cimientos del contrato. De aquellas realidades sin las cuales no podría funcionar. De hecho, si se las quitas ni siquiera podrás llamarle por su nombre y que gire el rostro. Bueno, ya fuera de toda broma, la idea es que estos cinco componentes son necesarios para que luego no haya lugar a sustos o problemas:
- Detalla la fianza.
- Pactad la renta.
- ¿Cuánto va a durar?
- ¿Quién se enfrentará a las reparaciones?
- ¿Quién va a pagar cada gasto?
Solo una vez tengas todo esto claro podrás conformar un contrato de arrendamiento que se mantenga en el tiempo.
Detalla la fianza
Esta será una cláusula que resulte fundamental a la hora de pactar un buen contrato de arrendamiento. Es imprescindible que quede constancia de que se ha pagado y de la cuantía que se ha entregado en este concepto.
Pactad la renta
Aunque pueda parecer de perogrullo, nos gusta recalcarlo. En el contrato de arrendamiento tiene que aparecer la renta por la cual se pacta la relación contractual. Por ende, será esa cantidad y solo esa cantidad, la que sirva como referencia para el pago de la mensualidad.
Más allá de ello, también es recomendable que siempre aparezcan los métodos de actualización de la misma. Así no habrá nunca lugar a dudas.
¿Cuánto va a durar?
Otra de las preguntas más habituales y para las cuales el lugar de respuesta es el contrato de arrendamiento, es cuánto va a durar la relación contractual del mismo. En este sentido, resulta fundamental conocer la legislación del momento, pues en ella se indicará los límites máximos y mínimos de este contrato.
¿Quién se enfrentará a las reparaciones?
Aunque es cierto que hay ocasiones en las que ciertos casos de reparaciones se encuentran regulados por la normativa de arrendamientos, también es verdad que otras quedan en mano del pacto de las partes. Es en estas últimas en las que te tienes que fijar. No en vano, si realizáis en este punto una regulación exhaustiva de toda esta realidad, os ahorraréis muchos problemas en el futuro.
¿Quién va a pagar cada gasto?
En este punto, más de lo mismo. Organízate de antemano para que todo quede regulado en el contrato de alquiler y posteriormente no exista duda alguna de quién tiene que realizar cada movimiento en particular.
Estos son los cinco consejos que te damos a la hora de prepararte para un contrato de arrendamiento. Si solucionas cada una de estas dicotomías, las siguientes fases serán mucho más sencillas.