¡Mamá, Papá… Me Voy a Vivir Solo!

Es común entre los jóvenes abandonar el hogar de los padres una vez se logra cierta estabilidad económica, algo que también ocurre cuando hay una boda de por medio o al mudarse al extranjero para estudiar. Sin embargo, existen algunos valientes que deciden apresurar este proceso y experimentar cuanto antes semejante independencia. Se trata de una etapa muy enriquecedora para quienes deciden emprenderla. Toda una aventura. Pero como todo en la vida, uno no nace sabiendo. Todo debe aprenderse. Si te estás viendo reflejado en cada palabra y deseas saber más sobre el tema, aquí te dejamos con las vivencias que poblarán tu rutina al volar del nido paterno.

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Existen ciertas lecciones inevitables que te llevarás al zurrón durante este periplo, y lo mejor que puede pasarte cuando llegue el momento consiste en estar preparado para enfrentarlas:

Te puedes sentir solo

Es normal que la primera vez que dejas la casa de mamá y papá sientas algo de soledad. De ahí que tener mucha comunicación con familiares y amigos sea una alternativa más que viable para combatir la separación. Incluso podrías adquirir alguna mascota que pueda acompañarte.

Aprenderás a cuidar el dinero

Ésta tendría que ser la primera ley que se redacte en la constitución de tu república independiente. Tanto en el caso de pagar una hipoteca o una renta, deberás medir perfectamente tus gastos. Recuerda nunca destinar más del 30% de tu sueldo en una renta o crédito. No solo pagarás por los gastos del inmueble, también deberás cubrir suministros, comida y transporte.

Sentirás orgullo de tu independencia

Lo más gratificante de irse a vivir solo es el sentimiento de orgullo que te produce. Ya no dependes completamente de tus padres y tienes un patrimonio propio. Solamente debes tener los pies en la tierra y no dudar en pedir ayuda si la requieres.

Descubrirás aspectos que desconocías

Tener tu propio espacio hará que puedas aplicar todos los conocimientos que tus papás te enseñaron, pero al mismo tiempo aprenderás a conocerte a ti mismo. Tendrás la oportunidad de realizar ejercicios de introspección para saber como eres ante los momentos difíciles que resultan viviendo solo.

Serás más responsable

La responsabilidad y la independencia vienen de la mano, pues para poder enfrentarte a los retos de la vida diaria debes ser sensato. Aprenderás que al cometer errores deberás responsabilizarte de ellos. Cosas cotidianas como cocinar, hacer la limpieza y pagar las cuentas aumentarán tu nivel de madurez.

Limitarás tus gastos

Vivir solo no se parece a permanecer bajo el ala protectora de tus padres. En absoluto. Una vez que te independizas debes cuidar tu dinero. Las idas al cine, bares o compras serán menos frecuentes. En ocasiones deberás limitar tu salario para que puedas vivir sin carencias. Pero eso no quiere decir que no puedas divertirte.

Adicionalmente, te dejamos algunos tips financieros que pueden servirte para que puedas vivir sin complicaciones financieras.

  • Escoge una propiedad que puedas pagar y que no te limite.
  • Si rentas podrías buscar un roomie para aligerar la carga.
  • Destina una parte de tu sueldo mensual para suministros.
  • No gastes en cosas que no necesites.
  • Busca lugares económicos para comer o compra tu despensa semanal completa.
  • Si adquiriste una propiedad, sé puntual con los pagos de la hipoteca.
  • Ten a la mano tu lista de contactos de proveedores para reparaciones en el hogar.
  • No dudes pedir la ayuda de tus padres si llegas a necesitarla.

Acostumbrarse a todos estos hábitos no entraña dificultad ninguna. Al final, lo más difícil será decorar la casa según tus preferencias, en función de tus gustos. ¡Son tantas las opciones!

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