Tasa de esfuerzo: un concepto inmobiliario que debes conocer

¿Cuántas veces has escuchado qué es la tasa de esfuerzo y cuántas veces te han dado una respuesta? Seguro que en ambos casos las respuesta es pequeñita, pero eso no es menester para que llegado el momento no te interese conocer.

Sin embargo, esto debemos arreglarlo. Si te encuentras en un portal inmobiliario debes disfrutar de la capacidad para comprender los términos más importantes de este sector.

Como sabemos que a veces somos nosotros los que hilamos los nudos que queremos deshacer y porque has aguantado esta introducción sin tirarte de los pelos, déjanos explicarte en qué consiste la tasa de esfuerzo y por qué es una métrica clave en tus finanzas personales.

El significado de la tasa de esfuerzo

Cómo funciona la tasa de esfuerzo
Fuente: Pixabay

Corramos sobre la ironía un tupido velo durante unos instantes. Hemos decidido ponernos las gafas que nos convierten en una persona seria. Con este disfraz de incógnito queremos explicarte el concepto con toda la serenidad del mundo. Sí, ya vamos a contarte qué es la tasa de esfuerzo. Nos han ganado esos ojos melosos.

La tasa de esfuerzo es un indicador de carácter económico que indica la media de años que una familia tardaría en pagar un piso o casa si esta destinara la totalidad de sus ingresos a esta cuestión.

Es decir, si nos ponemos en el utópico caso en el que una familia se alimentara a través de la fotosíntesis y que no necesitara más que la luz del sol para subsistir, la tasa de esfuerzo nos indica cuántos años tendría que estar sin mover ni un pelo para deshacer la totalidad de la deuda.

¿A quién le interesa este concepto?

Al final es un indicador y su uso es el de siempre: comparar. Ponte en situación. Imagínate que tienes la posibilidad de mudarte a dos ciudades y que ambas te interesan por igual.

Seguro que es mejor opción desplazarte a aquella donde la tasa de esfuerzo sea inferior y, de esa manera, estés menos tiempo esclavizado por las deudas con el banco, que nunca es divertido.

Además, los asesores inmobiliarios emplean esta idea de manera constante cuando realizan su trabajo. Así que aunque sea por darles trabajo, pues, oye, merece la pena disfrutar de este concepto.+

¿Sabes cuál es tu tasa de esfuerzo?

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