¿El verano desata tus locuras? ¿Se te ha ocurrido la idea de trasladar tu habitación a la buhardilla de tu hogar? Pues mira, justo por aquí tenemos una serie de claves para hacerlo de manera óptima. ¿Te apetece que las comentemos?
La decisión de trasladar tu habitación a la buhardilla
La buhardilla tiene un toque romántico y bohemio que jamás alcanzarán el resto de las estancias de tu hogar. Protagonista en miles de historias de personajes conocidos por su arte, aprovechar el tiempo libre para trasladar tu dormitorio a ella puede ser una gran opción.
Sobre todo si cuenta con una ventana al cielo y puedes contemplar las estrellas desde allí. La magia de sentirse arropado por ellas cada noche es algo que el dinero no puede comprar y que las palabras difícilmente alcanzar para describir.
Con el auge de las ciudades nos hemos olvidado de la belleza de la naturaleza. Por ello, disfrutar de una habitación en la buhardilla es un paso para aproximar las posturas de la humanidad y nuestro planeta.
Cómo trasladar tu cuarto a la buhardilla
Una vez que has tomado la decisión, el siguiente paso es conformar un ambiente que sea cómodo para utilizarlo como dormitorio.
Por ello te hemos preparado cinco claves que debes valorar si quieres triunfar con la decisión de trasladar tu dormitorio a las alturas de tu hogar:
- Aprovecha el espacio al máximo.
- Apuesta por un acceso cómodo.
- Cuida de tu intimidad.
- Piensa en sistemas de calefacción y refrigeración.
- Combina la iluminación natural con la artificial.
¿Quieres que las analicemos en profundidad?
Aprovecha el espacio al máximo
Creemos que no te descubrimos la nitroglicerina si te contamos que las buhardillas cuentan con una arquitectura complicada. Quizás extravagante sea la palabra más adecuada. Pero bueno, aquí estamos preparados para convertir las particularidades en oportunidades.
Utiliza los espacios donde el techo sea más bajo para colocar cómodas, cajones y armarios y deja los elevados para zonas de tránsito. Así no te complicarás demasiado la existencia y le sacarás partido a esos rincones que no hubieras utilizado de otra manera.
Apuesta por un acceso cómodo
El principal problema para utilizar algunas buhardillas como dormitorio es que acceder a las mismas es harto complicado. Escaleras que parecen de juguete o de quita y pon. Y, claro, aquí subirás todos los días por lo menos una vez.
Por ello, si vas a utilizar este lugar como habitación es importante que te preguntes si merece la pena preparar una obra para adecentar el acceso. Créenos, al final lo agradecerás.
Cuida de tu intimidad
Ya que estamos hablando de la manera de acceder a la buhardilla, ten en cuenta que a veces no hay siquiera una puerta que ofrezca la intimidad que todos necesitamos en algún momento de nuestra vida.
Por ello conviene pensar en cómo vamos a generar esa sensación de intimidad. ¿Una puerta? ¿Una cortina? En el segundo de los casos los ruidos sonarán por todas partes…
Piensa en sistemas de calefacción y refrigeración
Las buhardillas son lugares que se caldean rápido en verano y que acogen a la nieve con celeridad cuando caen las temperaturas en invierno. Por ello la oportunidad de dormir ahí arriba depende de cómo te prepares para ello.
Combina iluminación natural y artificial
Lo bueno de estar en las alturas es que contarás con muchos menos obstáculos para absorber la iluminación natural. No obstante, nunca será suficiente solo la luz del sol, así que prepara también unas bombillas de bajo consumo para entroncar un hogar donde el medio ambiente sea protagonista por su cuidado.
Recuerda que el LED es hoy en día el material más efectivo para esta circunstancia. Aunque la inversión inicial sea más elevada, a medio plazo la amortización está servida.
¿Estás preparado para llevarte tu habitación hasta la buhardilla? Sigue estos pasos y convierte tu dormitorio en un ambiente de cuento.