Cooperativas de viviendas: unas alternativas viables para obtener una casa

En un contexto social y económico nacional difícil, garantizar un derecho fundamental, como es el tema de la vivienda, resulta un rezago más a las cuentas pendientes de las autoridades mexicanas. Más allá de fomentar una política incluyente, en la que el beneficiario sea el trabajador, en México se busca, más bien, mercantilizar a cualquier costo este tema.

Las cooperativas de vivienda

Cooperativas de viviendas: un respiro para la población

Sin embargo, no todo pinta gris en este paisaje social; ya que, por fortuna, existen asociaciones que nos permiten dar una alternativa para cubrir esta necesidad apremiante para la población. Se trata de las cooperativas de viviendas.

¿Pero qué son y cómo funcionan? Las cooperativas de viviendas están formadas por un grupo de personas que comparte el objetivo de encontrar un hogar para quienes anden en busca de una casa. La cooperativa se encarga de promocionar unas viviendas para sus socios. Como socio de la cooperativa, te integrarás en ella a través de una cuota de ingreso y otra para capital social, así como mediante aportaciones para financiar las propiedades. Así, tendrás una participación más activa como promotor y adjudicatario de una vivienda.

Las gestoras, por otra parte, llevan a cabo tareas obligatorias en la labor inmobiliaria. Se responsabilizan de conseguir el terreno, tramitar los permisos y contratar profesionales, entre otras.

¿Y sabes cuáles son los beneficios para los socios y los habitantes de estas viviendas?

1. Un precio razonable

Un precio accesible gracias al método de bajar los importes de manera significativa a través de las gestiones promovidas por esta sociedad.

2. Hacer partícipes a todos

Participación en el proceso, con lo cual tienes la capacidad de decidir desde el momento en que compras el terreno hasta la última parte de la construcción de la vivienda. Posteriormente, también se te considera para la decoración del inmueble.

3. Facilidad para solicitar préstamos

Créditos muy accesibles gracias a que no es lo mismo solicitar un préstamo bancario de manera individual que requerirlo por un grupo de personas con un respaldo de ingresos.

4. No tienes que pagar impuestos

Ahorros de impuestos, toda vez que este tipo de financiación se encuentra en un esquema de fomento de la economía social. Por lo tanto, el impuesto al valor agregado (IVA), por ejemplo, no se aplica en este modelo económico.

5. No existen las penalizaciones

Otra ventaja significativa es que, en el caso de que quieras salirte de esta cooperativa, no hay cargos ni penalizaciones, siempre que – claro está – no tengas cuentas pendientes.

6. Promover la participación social

Finalmente, se fomenta la participación social a través de un cambio educativo, social y de convivencia en, por ejemplo, un barrio.

A pesar de que en México es relativamente reciente esta alternativa de vivienda (Palo Alto, la primera cooperativa de vivienda en la Ciudad de México, se construyó en 1974), hay avances positivos y logros, como evitar la especulación inmobiliaria, ya que el precio de las viviendas es definido por la cooperativa y no por el mercado.

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