Las 3 historias únicas que dan alma a Ciudad de México

¿Cuándo conoces de veras una ciudad? ¿Al vivir en ella? ¿Cuando te cuentan sus historias?

Te hago muchas preguntas y hay pocas respuestas, pero lo que está claro es que respirar la esencia de un lugar va mucho más allá que pasear por sus calles.

¿Tú conoces Ciudad de México?

3 historias de Ciudad de México
Fuente: Lonely Planet

Al igual que estoy convencido de que te mueves por esta ciudad como un felino por las calles, también estoy seguro de que más de una de estas narrativas se te escapan de las manos.

Así que si quieres descubrir cómo se respira en esta ciudad, acompáñame y descubre algunas de las curiosidades más interesantes de este maravilloso lugar.

El balcón de la virreina que desapareció de la fachada

¿Conoces la historia del balcón virreinal?
Fuente: Patrimonio Nacional Mexicano

Sé que conoces el Palacio Nacional y que en él tienes localizado el balcón presidencial.

Cada vez que hay un gran evento se reúnen allí todos los mexicanos que quieren celebrar su nacionalidad.

Sin embargo, ¿sabías que antes existía otro balcón que desapareció en el siglo XVII?

Sí, sí. En el mismo lugar antes había otro balcón. Aunque tú nunca has llegado a verlo.

Se lo conocía como el balcón de la virreina y los registros afirman que fue construido durante el siglo XVII.

Como te puedes imaginar, por ahí no pasaba la gente del pueblo, sino la corte y las personas de alta cuna.

Se trataba del saliente del salón en el que se reunían damas y caballeros de la corte. Desde él se podía vislumbrar toda la Plaza Mayor.

Sin embargo, duró muy poco tiempo en perfectas condiciones y ahí está parte de lo icónico del lugar.

En el año 1692 desapareció tras la primera gran rebelión desde el final de la conquista de la ciudad.

La tensión de las calles provocaron que una turba arremetiera contra el Palacio Virreinal y el caos acabó con el balcón destrozado.

Fue un motín de indígenas provocado por la escasez de grano.

Lorenzo de la Hidalga: el arquitecto español borrado de la historia

La historia de Lorenzo de la Hidalga
Fuente: Wikipedia

Lorenzo de la Hidalga fue un arquitecto español llegó a México en la primera mitad del siglo XIX y que destacó en la arquitectura del país. Concretamente, nació en Vitoria, una ciudad al norte de España.

Este arquitecto estudió en la Academia de las Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde obtuvo el título de arquitecto en 1836.

Tras ver que en España sus oportunidades eran escasas, se marchó a París para seguir aprendiendo sobre el estilo neoclásico.

En México lo tuvo fácil porque pertenecía una familia importante y eso le abrió las puertas de la gente destacada del país.

Entre otras muchas obras, es el artista tras la construcción del Teatro Nacional.

Sin embargo, el destino ha querido quitar la la faz de la tierra su huella. Esta construcción desapareció ante la expansión del 5 de mayo y el resto de su obra también se borró con el tiempo.

Un lugar de augurios muy funestos

La casa denegrida de Ciudad de México
Fuente: MxCity

En el palacio de las Casas Nuevas de Moctezuma destaca la Casa Denegrida. Un cuarto sin ventanas, pintado de negro, que el emperador utilizaba para meditar.

Este nombre fue dado por los españoles y gracias a estos primeros que vinieron conocemos hoy su descripción.

Sobre todo se retiraba a este lugar cuando se producía uno de los ocho augurios funestos que anunciaba el Códice Florentino.

Él pensó que eran señales del fin del mundo. Y, de alguna manera tenían razón. Pronto llegaron los españoles y cambiaron su mundo tal y como lo conocía.

Con la conquista española se destruyó el palacio, pero mantuvieron algunos muros y cimientos que conformaron la base de la Casa de Moneda de América Latina que comenzó a funcionar en el siglo XVI.

¿Conocías estas historias?

Fuente: Mexico Imágenes

¿Conoces más? ¿Te gustaría contarlas?

Desentierra las curiosidades y las historias que tengas entre manos y compártelas.

La historia de un país son las narraciones que se cuentan sobre él y tú tienes le poder de destapar todo lo que hay que contar en este lugar.

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